En tus inicios trabajaste con arquitectos.
¿Qué tal la experiencia?
Ya cuando tenía 18 años empecé a acompañar a mi padre (arquitecto también) a visitar arquitectos para proponerles piedras naturales para sus proyectos. Fue una experiencia muy rica e interesante, una manera también de aprender mucho sobre arquitectura a través del estudio de planos y visitas a obras. Trabajamos con arquitectos nacionales e internacionales. Las obras más emblemáticas serían: La Torre Agbar con Jean Nouvel, el Oceanográfico de Calatrava, el Palacio de Congresos de Barcelona con Carlos Ferrater, las calles el Ovalo con David Chiperfield, el Forum en Besos con Beth Galí y muchos más.
Esa experiencia, me ha servido para tener un gran conocimiento en el mundo de la piedra natural, a través de viajes por países con la India, Brasil, Egipto, China, Nepal, Tailandia, Colombia y muchos más, también por viajes en canteras nacionales y de Europa.
Ese conocimiento, me sirve ahora para desarrollar mi parte creativa, sobre todo en relación a la piedra natural.
La Torre Agbar
El Oceanográfico de Calatrava
Palacio de Congresos de Barcelona
¿Cómo es tu proceso de trabajo?
El acero lo doblo a mano como en antaño, sin fuego, ni herramientas, trato por esa vía de recrear ese arte más étnico para luego crear unas expresiones más contemporáneas.
La pandemia te hizo dar un giro en todos los sentidos, no?
Había estudiado de joven cursos académicos de Bellas Artes, esa es la base y mi madre también pintora, que me inculcó el arte.
Dibujaba en casa por las noches pero me vino una inquietud escultórica, de trabajar en tres dimensiones, con mis manos y poder observar la obra desde varios puntos.
El confinamiento me ha servido para interiorizar mis ideas y pensamientos creativos, ahí es donde empecé a esculpir y a crear de una manera muy centrada. En esa época encontré el equilibio y soledad que necesitaba para sacar lo mejor de mi a nivel artístico.
Me gusta el diálogo que estableces con el material...
Como antes he comentado, busco ese encuentro entre el ser humano y la materia, en ese esfuerzo físico para dar las formas que mis fuerzas y mi mente me permiten dar. La piedra no la tallo, la dejo natural como me viene de la naturaleza o de restos de canteras o obras y el acero lo doblo a mano para darles las formas de abrazo hacia la piedra, para que esos dos materiales minerales se unan y creen una sola pieza.
Tus piezas me hacen pensar con las de Chillida...
Sí, efectivamente, quizás hay algo de signos parecidos en el arte vasco que nos salen a los artistas de esta tierra, connotaciones más minerales, más duras o más suaves, esa relación con materiales habituales cotidianos de nuestro territorio, pero también es verdad, que el acero a veces nos lleva a caminos parecidos en nuestras expresiones, después es a cada uno a buscar su camino y su estilo, algunos pasaron antes, otros ahora y otros lo harán después, y por supuesto los que sobre todo destacaron por sus obras y trabajo.
Un referente para ti
Dalí, como artista y personaje.
Instagram de l'Ariel: @ ari_en_art